Ayer me enamoré de tú orografía no de ti
Tristemente para ambos, especialmente para mi, esto tengo que aceptarlo, fue lo único verdadero, lo único que puedo afirmar como cierto y por lo cual podría jurar hasta con mi vida, fuiste exactamente lo que desee y te ame como jamás imaginé y/o pensé amar a alguien, lástima que tú no fuiste precisamente honesta ni sincera contigo misma, mucho menos conmigo, jamás diste de ti más que lo que yo tomaba de ti y de tú ser, nunca te tomaste la molestia de hacer algo de lo que no te beneficiaras y además fuiste egoísta, pero todo te lo agradezco sobremanera, lo que me compartiste me basto para aprender, se que tus palabras fueron huecas y tus acciones faltas de congruencia, no por nada el título de este escrito me hizo pensar tanto en ti; tú cuerpo fue lo único verdadero, ya que no hay forma de haberme imaginado por dos años el haberlo poseído sólo en mi mente, haberlo tocado en sentido figurado, y haber engañado a mi tacto todo ese tiempo, fue lo único verdadero y honesto que me diste y que obtuve de ti.
Se que me prometí no volver a tocar este tema, el tuyo, ya de nada sirve hablar de los difuntos y de los que se fueron, sí nada cambia mencionar pasado y tragedias, pero el título vino a mí, me llamó y no pude más que abrirle la puerta, invitarlo a pasar y dedicarle unas cuantas lineas desde lo más profundo de mi ser; no puedo ser indiferente del todo, ya que mi vida tomo un rumbo tan sorprendente y brillante que le agradezco a la vida por la lección aprendida y a ti Mayra por la clase de anatomía.
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