lunes, octubre 12, 2009

Llavéame como un sello en tú corazón


Sé que prometí vivir al límite, que me prometí no quedarme con nada, darlo todo, dejar mi vida en la línea, soñar con imposibles, creerme inmortal e invencible, pero sabiéndome finito y falible, al final nada es mío y todo lo tengo temporalmente; tú llegada me ha renovado, me ha dado nuevos bríos, nuevas esperanzas, el momento del sueño y del amor se ha renovado, mi vida pasa por una etapa en donde el ocaso se retira, el amanecer está próximo, el tiempo de desplegar las alas y volar nuevamente, con más ímpetu, más alto y más lejos, ha llegado, las pruebas se han ido superando una a una, mi momento es este, es ahora, es hoy, la gloria ha llegado, tú eres mi prueba fehaciente de que se puede lograr todo, por más distante que parezca, sí se es lo suficientemente terco, osado, tenaz, decidido y dispuesto a lo que sea por esos sueños, esos que compartimos tú y yo, y que estoy completamente seguro que me ayudaras a conseguir, nuestros mundos colisionan, se funden y nuestros sueños y metas se vuelven uno, para que como uno, como equipo, creando una sinergia sin igual, nos sea más fácil, mas no más sencillo conseguirlo todo.

Me das tú palabra sincera y yo te doy mi vida entera; quisiera que me dieras un minuto para explicarte lo que mi amor convoca y lo que mi ser te ofrece, en mi amor existen corajes varios y hay un miedo que los resume a todos, en mi amor hay faena y también hay descanso, hay sencillas recompensas y complejos castigos, hay dos o tres mujeres que forman tú prehistoria y hay muchos años, demasiados años, de intentar e inventar alegrías y creerlas después ciegamente; quisiera que en mi amor vieras todo eso, y mucho más, y que tú muchachita, con paciencia y cautela, sin herirme ni herirte, rescataras de mi, la luna, el río, mis proyectos de besos o de abrazos, de mi corazón que aguarda pese a todo, a alguien como tú para entregarse, sin medida, sin cuartel, hasta el fin.

Aunque, no lo creo todavía, estas llegando a mi lado y la noche es un puñado de estrellas y de alegría; palpo, gusto, escucho y veo, tú rostro, tú paso largo, tus manos, y sin embargo todavía no lo creo, dudo de esta buena suerte, porque el cielo de tenerte me parece fantasía, tal vez por eso tú llegada hace mágico el futuro, y magnífico el presente; y sí beso la osadía y el misterio de tus labios, no habrá dudas ni resabios, te querré más todavía.

Ven, toma mi lado, mi mano y mi vida, permíteme y permítete la felicidad sin medida, circundemos el fuego de la vida, creemos nuevas llamas y aprendamos a compartir ese pedacito de utopía, seamos esa migaja entre tú hambre y la mía, caminemos juntos por este todo al borde de la nada, crea conmigo este sueño abierto y sin final determinado; porque yo no puedo y no quiero resistirme a ti, ni a tus ojos; tú, no te resistas a mí.

Etiquetas: