"El hombre ha perdido su noción de humanidad. Nos hemos convertido en sombras movidas por máquinas e instrumentos electrónicos que nada tienen que ver con nosotros"
Álvaro Mutis
1. Bienvenidos a la nueva esclavitud
El futuro es cosa del pasado. Nadie lo anunció y estábamos demasiado ocupados para darnos cuenta.
Como predijo McLuhan, la sociedad actual se ha convertido en una aldea global, el avance tecnológico alteró para siempre nuestros conceptos de tiempo y espacio. Nuestro sistema nervioso se ha extendido a través de los medios de comunicación y ahora tenemos ojos y oídos en cada rincón del planeta las 24 horas del día, nuestro cerebro se encuentrabajo un constante bombardeo de información.
En Europa durante la Edad Media, un periodo que comprende el tiempo entre el fin de la Era Antigua en el siglo V hasta el Renacimiento en el siglo XIV, la gente no tenía tiempo de pensar, estaba demasiado ocupada en sobrevivir a las enfermedades, el hambre, la guerra y al trabajo esclavizante. A la mayor parte de esta era se denomina el Oscurantismo. La iglesia era la maquinaria encargada de preservar el conocimiento para sus propios intereses, de mantener al pueblo ignorante, esclavizado y temeroso de los bárbaros y de Dios. Mientras tanto unos pocos se enriquecían, extendían sus imperios y mantenían el control total del mundo conocido.
La mayoría de los diccionarios definen oscurantismo como "La oposición sistemática a la difusión de la cultura y la información entre elpueblo".
Actualmente experimentamos una abertura a la información como nunca antes la hubo. La tecnología se ha encargado de domesticarnos. Radio, televisión, Internet, correo electrónico, teléfonos celulares. Nunca antes estuvimos tan "comunicados". Los medios han evolucionado, lamentablemente no así nuestra conciencia critica. Las noticias nos llegan al momento justo de los hechos, aún no logramos recuperarnos de lo que hemos visto cuando un nuevo hecho acapara nuestra atención. Recibimos correos electrónicos todos los días, la mayoría de ellos conteniendo información intrascendente. Creamos relaciones virtuales a través de Internet, nuestras necesidades de afecto y de vida social están a un clic de distancia. Todo transcurre a una velocidad tan vertiginosa que nuestra conciencia deja de ser propia para convertirse en una conciencia colectiva. Los medios nos informan qué sucede, nos dicen qué pensar, qué comprar, a dónde ir, qué medidas tomar. Lo más sorprendente es que sabemos de un suceso antes de que este sea un hecho. El mundo entero sabía que habría una guerra en Irak antes de que esta sucediera, sabía los motivos de la misma, y sabe las consecuencias que vendrán.
Hoy como en la Edad Media, hay una cúpula de poder encargada de controlar y operar un nuevo orden mundial, esto se ha gestado desde mediados del siglo XX. Lo que vivimos ahora es la brutal expansión de este nuevo orden, llamémosle neoliberalismo o globalización. Los objetivos son los mismos: Dominar, controlar y mantener temerosa a la sociedad: esclavizarla. Los métodos empleados para esto se han vuelto más inteligentes, más sutiles y a la vez más efectivos. Se propusieron domesticar el Alma humana, esclavizar nuestra mente. Si anteriormente era la ausencia de educación e información lo que mantenía a las masas controladas, es ahora precisamente el exceso y la manipulación de información lo que nos venda los ojos. El OscurantismoDigital.
Con el triunfo del capitalismo, representado por la caída el muro de Berlín y el desmantelamiento de la U.R.S.S. se abrió la caja de Pandora de las ideas neoliberales. El mundo comenzó a avanzar en una sola dirección sin protestar a excepción de países como Cuba quetuvieron y tienen que pagar el precio por su desobediencia.
2. El Dólar nos hará libres
El poder cambió de manos con la llegada de la democracia. La economía dejó de ser controlada por los gobiernos y fue tomada por las empresas privadas y el libre mercado, con esto los conceptos de independencia y soberanía de las naciones quedó fuera del mapa. Fortunas enormes fueron acaparadas por grandes empresas y corporaciones multinacionales a niveles extremos como el de Microsoft, coronando a Bill Gates como el hombre más rico del planeta. Bajo el furor de la nueva economía la especulación no tuvo limites, y mientras unos pocos -privilegiados una vez más por la información-, amasaban riquezas comparadas con el producto interno bruto de varias naciones, la mayoría de la población mundial se hundía en la pobreza o al menos había quedado fuera del juego de los benificios globalizadores.
"La velocidad eléctrica tiende a abolir el tiempo y el espacio de la conciencia humana. No existe demora entre el efecto de un acontecimiento y el siguiente. Las extensiones eléctricas de nuestro
sistema nervioso crean un campo unificado de estructuras orgánicamente interrelacionadas que nosotros llamarnos la actual Era de la Información".
Marshall McLuhan
Sin embargo la nueva economía es un espejismo. La enorme desigualdad creada por la globalización dejaba una estela de efectos secundarios que iba desde la pobreza extrema hasta el vacío espiritual del hombre. La solución a este problema pareciera ser la domesticación del Alma. Las corporaciones pusieron en marcha un plan de esclavitud global basado en el cambio de conceptos y valores del ser humano como un método de control. Los nuevos valores enarbolados por las transnacionales, difundidos por los medios de comunicación y apoyados por los gobiernos son el consumismo como necesidad vital para el sistema, la competencia atroz en la que los empleados son utilizados y descartados como fichas de un juego de mesa por los corporativos, la polarización de opiniones y el egoísmo entre otras. La vida parecería reducirse a una carrera contra el tiempo en la que habrá que llegar a la meta lo más pronto posible para no terminar como un fracasado.
Vivimos el nacimiento de un Mundo Feliz en dónde el hombre es producido, educado y adiestrado para realizar funciones que no dependen de él. Un mundo en el que pasamos por constantes controles de calidad y que terminan poniéndonos al servicio de una empresa transnacional en puestos que van desde el yuppie exitoso y prometedor cuya oficina se instala en lo más alto de un edificio corporativo, pasando por el obrero de una maquiladora de calzado deportivo, la cajera de Wal Mart y el flamante gerente de un MacDonalds.
Hay que comprar para existir, hay que aspirar al modo de vida que vemos todos los días en los programas de televisión y en la publicidad que vemos TODO el tiempo y en TODO lugar. Debemos estar enterados de lo que sucede en el mundo, informados para poder dar una opinión en las reuniones sociales. "A nadie le gusta la guerra, pero desafortunadamente esta era una guerra necesaria", esto lo escuche de un hombre de 50 años, empresario venido a menos que ha tenido que sacar a sus hijas de una Universidad privada pues el pago de colegiaturas está fuera de sus posibilidades. Me pregunto ¿cómo es que la guerra le beneficiará a él en un futuro? ¿Acaso invirtió en una empresa militar o le llamaran a él a reconstruir Irak? Como sea, su postura y opinión es inamovible, está convencido y quizá sea mejor así, tal vez mantener una pequeña y tonta esperanza, como diría Juan Carlos Onetti, sea mejor que razonar. Pensar duele, la verdad nos harátristes.
3. ¿Existo? ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy?
Estas preguntas son la esencia misma del hombre. Durante la Edad Media la Iglesia se encargó de responderlas y de paso esclavizar al hombre bajo los conceptos de un paraíso después de la muerte y el sufrimientocomo el medio para acceder al mismo.
No es de sorprender que bajo el brillo espectacular de la publicidad, la tecnología y el American Dream, vivamos tiempos oscuros. El Nuevo Orden social oprime la mente, limita la creatividad y aniquila laesperanza.
A la pregunta ¿Quién soy? La publicidad da una respuesta: Eres totalmente Palacio o no eres nada. Eres dueño de un Audi o no eres nada. Estás con nosotros o en nuestra contra. Eres parte del sistema o eres una inadaptado social. Para acceder al Paraíso Digital debes estudiar en una Universidad Privada, debes ser sumiso con tus superiores y demostrar que eres un triunfador, a cambio se te dará dinero de sobra y el status social tan anhelado, además de exprimirte el tiempo y la vida para que no tengas que cuestionar lo que haces ni por qué lo haces. Si eres menos afortunado deberás conformarte con un empleo de bajo nivel, como la gran mayoría, que pagará las cuentas y tu comida, pero ten cuidado con lo que haces, con la mano que te alimenta, nunca la muerdas porque puedes quedar fuera.
Si bien la globalización estandarizó a la mayoría de las naciones y generó una nueva clase social, base de la pirámide empresarial, también polarizó las formas de pensar entre aquellos a favor y en contra. Los medios masivos, particularmente la Internet han unificado ejércitos de globalifóbicos cuyo radicalismo ha sido acrecentado por el enemigo, pues más que opositores, les conviene etiquetarlos como terroristas para después someterlos. Los movimientos antiglobalización protestan lo mismo en Chile que en Argentina, en México y Seattle, en Italia y el Reino Unido. No hace falta ser un visionario para ver las oscuras tormentas que se avecinan. La guerra contra el terrorismo deberá ser librada en cada ciudad de cada país, pues entodas partes siempre habrá rebeldes que encuentren en la violencia y anarquía el único medio posible para un cambio. Regresamos una vez más a las batallas entre el ejercito de los Señores Feudales contra los bárbaros.
Las primeras referencias de la nueva era de Oscurantismo Digital han sido recreadas por el arte principalmente. De la literatura al performance. De la música al cine con películas curiosamente
hollywoodenses como Fight Club o The Matrix. Los artistas, como seres especialmente sensibles han sufrido la agresión de la deshumanización y el cambio de valores. Aquellos quienes no han encontrado en el arte o la resistencia el medio de expresión a la angustia son quienes han decidido salir a las calles como francotiradores, jóvenes que van a las escuelas con una ametralladora en la mochila, suicidas que saben no pertenecen a este mundo y que buscan desesperadamente una salida. Los demás, la gran mayoría, vivirán con el miedo a ser unos fracasados, a limitarse al mundo de plástico, estarán siempre insatisfechos con su cuerpo, con su empleo y su familia, quienes librarán batallas contra las adicciones, contra el amor perfecto con
el que sueñan, quienes vivirán persiguiendo eternamente una vida imposible. La sensación del vacío actual generado por la esclavitud tecnológica y la depresión global, podríamos resumirla jugando un poco con el guión de la película The Matrix:
-Neo: ¿Qué es la Globalización?
-Morpheus: ¿Quieres saber qué es? La Globalización está en todas
partes. A nuestro alrededor, incluso en esta habitación. Puedes verla
cuando miras por la ventana o cuando enciendes la televisión. Puedes
sentirla cuando vas al trabajo, cuando vas a la iglesia, cuando pagas
tus impuestos. Es el mundo que han puesto frente a tus ojos para
cegarte de la verdad.
-Neo: ¿Qué verdad?
-Morpheus: Que eres un esclavo, Neo. Como todos los demás nacidos
atrapados, nacidos en una prisión que no puedes oler, saborear o
tocar. Una prisión para tu mente...
Moon Rider
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Niuqaoj
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