viernes, marzo 19, 2010

Hoy es siempre todavía

Un buen día de mayo una niña estaba programada para nacer, sería el segundo hijo de la familia, y conformaría la parejita, niño y niña, algo que por alguna extraña razón muchos matrimonios buscan pero no todos logran; la madre de esa niña sintió que el embarazo, nacimiento y los primeros años serían un paseo por el parque para ella, primero dada su experiencia previa y segundo porque iba a ser una niña, asumiendo que las niñas son mas tranquilas y serenas; ella era una niña esperada, deseada y planeada, pero no resultó del todo como lo habían pronosticado sus padres, y en general ella no ha cambiado en nada desde el inicio, y aún en estos días permanece siendo un misterio para sus padres el accionar de su hija, como ellos bien han adoptado la frase de televisión para de cierta forma excusar su accionar dicen, "es Bere, no es una niña normal"; regresando al momento donde inicio todo, tanta era la urgencia de ella por llegar que no pudo esperar su momento, nunca fue lo que se espero de ella, no era una niña normal como se suele decir, se adelanto a su nacimiento y llegó a los 7 meses a está tierra, frágil e indefensa, hecha de azúcar o miel como muchos la conocen, o la niña del millón para sus padres, tardo un tiempo en la incubadora para terminar de cocinarse pero para algunos puede ser que se paso de cocción, pero como bien se sabe las apariencias engañan y bajo ese dócil exterior yace una mujer decidida y llena de ideas, fuerte y un tanto atolondrada, ella es en otras palabras un cuchillito de palo, no fue diseñado para cortar de tajo pero poco a poco se hace camino, encuentra lo que busca y lucha por todo lo que ella se decide, pachanguera a más no poder tanto que redefine la palabra cumpleaños y lo extiende a semanas, inapacible y serena, calculadora y con un corazón enorme y un amor un tanto extraño hacia su tierra, ella es sin lugar a dudas una increíble mujer, una vez que se le mete en la cabeza la idea de hacer algo no hay quien la pare, ella continuara cosechando sus triunfos poco a poco, lentamente, pero segura y decidida, hasta el final.

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