Los errores no se equivocan

Extrañamente familiar es el sentimiento que recorre mi ser, una suerte de déjà vu, una ansiedad mezclada de alivio, una paz y un vestigio de duda, ahora siento lo que en su momento me hicieron y veo la absoluta necesidad de hacerlo; creo que todo en está vida se regresa, todas las oportunidades se reciclan de una u otra manera, ahora es mi momento de liberarme, conquistar otra frontera, de extender mis alas y volar en busca de nuevos horizontes, encontrar nuevamente esas zonas verdes que reconfortan el alma, esos oasis que sacian la sed, ese lugar que cura las heridas, que recarga el espíritu y que motiva a seguir creciendo, superando día con día tus propias marcas y metas, ayudan a ver que todo el esfuerzo, las caídas, las victorias y derrotas valieron la pena y tuvieron un propósito, cada error fue exacto, fue lo que necesitabas en ese momento, el caerte te hizo darte cuenta que no eres infalible pero también que poseías dentro de ti la voluntad y la fuerza necesaria para sobreponerte, levantarte e ir por más, volverás a caer, eso no lo dudes, pero puedes levantarte una vez más y las veces que sean necesarias, todo con el fin de alcanzar tus sueños; hoy me toca decirte adiós, me toca rechazarte y dejarte en mi pasado, más nunca olvidarte, se que hemos pasado buenos y malos momentos juntos, como en todo me que existe en está vida con sus altibajos y sinsabores, pero no más, te di la oportunidad y no la aprovechaste, no la quisiste ni me valoraste, allá tú, te diré adiós y me marchare, y junto contigo dejare atrás a cada persona que conocí ahí y que por todo un año compartió conmigo el día a día, algunos amigos, otros compañeros pero todos personas únicas, les agradezco la oportunidad y aunque se que no lo tomarán de la mejor manera todo lo hago por mi bien, porque se que es lo mejor, porque necesito seguir creciendo y expandir mis horizontes y ustedes no son el medio adecuado, hoy te toca perder a ti y lo siento, que me deparara mi futuro no lo se, pero no voy a quedarme aquí esperándolo cruzado de brazos mientras veo como pasan los días y las horas y tú sigues en tú letargo; el ritmo vertiginoso de la vida me emociona sobremanera y aunque no sepa los pasos de baile adecuados, no me quedaré sentado mirando, saldré y tomaré a la vida por la fuerza con todo mi ser y la disfrutare al máximo.