viernes, septiembre 04, 2009

Cuídate de ti

Tantas veces hemos culpado a los demás por las cosas que nos pasan; siendo los demás un subconjunto incompleto de el tiempo, la circunstancia que no estaba a nuestro favor, las personas que se ponen en nuestra contra, los pretextos y un sin fin de excusas que nos inventamos y terminamos finalmente por creerlas para hacernos sentir menos culpables de nuestras desventuras y fracasos, y de cierta forma compartir la culpa y tener una carga menos pesada que llevar a cuestas. Lamentablemente para nosotros, los únicos culpables de la mayoría de las cosas que nos suceden somos nosotros mismos, por nuestra acción, nuestra propia inseguridad, nuestros miedos y demás manías y defectos que magnificamos, barreras que nos ponemos y las cuales nos conforman y nos hacen creer ser lo que somos.
Personalmente me considero un ser al que le faltan tantísimas cosas por realizar, tanto en materia económica, maduración, cerrar ciclos y pensar un poco más positivo, abrirme un poco más, tener más confianza, ser más sociable, saberme capaz de mil cosas y  no negarme la oportunidad de ser feliz, cosa que he logrado increíblemente bien estos últimos meses, y he llegado a tal extremo que sorprendo a propios y extraños con este nuevo yo, aunque no todo lo hago mal, estoy tan seguro de que mis intenciones y mis ganas son legítimas, ver por ti, cuidarte y ser copartícipe de tus éxitos y apoyarte en tus sinsabores, ser un soporte y una plataforma para crecer y llegar tan alto como nos fuera posible, mis intenciones y mi voluntad eran tan reales como real es el hecho de que estoy vivo, aquí escribiendo esto, tal vez un poco crudo o tal vez sin sentido, pero enteramente sincero, y tan real soy, que se soy un fragmento único e irrepetible de este espacio y tengo el tiempo contando hacia atrás en está excursión a la muerte, ya se que voy a morir un buen día de estos, y nada ni nadie lo podrá postergar.
Aprovecho para presentarte a Mario Benedetti, sí no lo conoces es un nuevo amigo mío, aunque ya está muerto, me ha enseñado tanto de ti, hasta me ha demostrado tú accionar sin siquiera tú estar consiente de que te analizo, te escudriño y te enumero en mi nostalgia y cálculo lo que en su momento significaste para mi, aunque ahora ya no sea ni el ínfimo sentimiento de lo que mi gran corazón sentía por ti, ahora te encuentras sola, bueno, no tanto; ya que sabes disimular perfectamente tú soledad y lo peor, para ti, sabes maquillarla de felicidad, yo se que siempre estaré contigo, y permaneceré en tú tacto, en tú piel, en tú memoria y muy dentro en ti, muy a tú pesar, ya sea por lo que vivimos, y los momentos que compartimos, se que estaré en donde menos lo esperes, estaré en tú sombra cuando te percates de ella y te pierdas en un pensamiento distante, estaré cuando se cruce una veta del recuerdo mío por tú mente y te cuestiones a ti misma el porque me recuerdas, estaré en el momento menos indicado cuando a el le llames por mi nombre, o le hagas un gesto de amor y me recuerdes a mi, estaré en la caricia de el hacia ti, que con pasión te de, o cuando el te bese y sientas la entrega que yo tenía para contigo en cada uno de esos besos o caricias, que ahora son de el, estaré en el horizonte lejano nublado y lleno de incertidumbre, o cuando a solas te veas en el espejo y te abstraigas de este mundo por un segundo y tú alma incorpórea se desmundízate  y te veas tal como yo te veía; que ironía, se que me tendrás presente aunque no lo desees, recordaras los momentos en que te cuide y trate de hacer de ti una mejor persona aunque ya no sea yo, el que te cuide o el que vea por tú bienestar, el que te proteja o el que te quiera para el, que delirio, salirte de tú creencia aherrojada por ti en tú mente por alguien como yo, has de maldecir a esa terrible suerte de tener la ocasión de nacer puesta al alcance de mi suerte, de mis ojos, de mis manos y de mi.
Sólo me queda pedirte que te cuides de ti principalmente, aunque en lo particular creo que te crees muy superior y capaz de tantas cosas, tú inexorable posición no te deja ver claramente, estoy seguro de que no sabes bien lo que quieres, lo denotas en tú accionar, se que es un tanto difícil de notar en principio pero te conozco tan bien que para mi es algo transparente de apreciar, aunque sepas muy bien pretender y disimular, lamento decirlo, pero no llegaras a nada sí siempre juegas a lo seguro y finges estar bien cuando no lo estas. Sí continuas así, sólo seguirás engañándote y dañándote a ti misma, mientras alejas y destruyes las ilusiones y los corazones de quienes en ti vieron algo que posiblemente no es, y sólo tú sabrás que hay detrás de los postigos de tú corazón, que de verdugo se convierta en víctima de sí mismo; y el anhelo de que vivas plenamente feliz lo desprenderás para siempre de ti, convirtiéndote en crepúsculo y rumor de lo que eras, a tú tibio corazón sólo tú podrás responderle y rendirle cuentas, el sin piedad reclamara al final tú accionar.

Etiquetas: