martes, noviembre 02, 2010

Arrebatar lo eterno a lo fugaz


Ayer me reencontre contigo, tenia un par de semanas sin saber de ti,
te llame y te busque e infructuosamente pude dar contigo, mi ansiedad
se vio colmada al escuchar tu voz y mi necesidad saciada con un -hola,
te extrañe- en ese instante me desprendí de mi ser, comencé mi letanía
de palabras de amor y nostalgia hacia ti, un sin fin de sentimientos
me desbordaban el cuerpo y un torbellino de emociones me brotaban como
enorme manantial, me sentí cataclismo incontrolable pero tu fuiste mas,
con un solo gesto me callaste, sin esfuerzo me domaste y me avivaste
intempestivamente, tu beso me pareció tan dulce y a la vez ofensivo,
me tomaste con la guardia baja, y el golpe de tus labios fue certero y
caí noqueado en tus brazos, mi estado semiinconciente por tu ataque me
impidió percatarme quien estaba mas ávido del otro, si tu de mi o yo
de ti, ya que mientras yo necesitaba expresarte tanto y tantas cosas,
tu te esmerabas tanto conmigo que yo derrumbaba la barrera que me
protege sin una fracción de duda, quite mi infranqueable muro y no
opuse resistencia alguna, deseaba con todas mis fuerzas contarte
tantas cosas, necesitaba que me escucharas, que me dijeras -todo va a
estar bien pequeño, no te preocupes mas- necesitaba que me abrazaras,
que me entendieras y hasta que me comprendieras, quería que de tu
calor me compartieras un poco y sentir esa seguridad que solo entre
los brazos de un ángel se puede encontrar, sentir ese vestigio de paz
infinita, descubrir a tu lado que puedo morir mañana, o vivir un
millón de años, pero esto que siento, lo que tu me das, y te
correspondo y nos compartimos me hace inmortal aun tan solo un
segundo, me permite palpar el cielo y sentirme eterno y fugaz; y aun
así tu me diste algo mas, me llevaste de la mano y despacito poco a
poco me conduijiste por la senda que llega a tu piel, me mataste
segundo a segundo llevándome al pedacito de cielo que eres tu cuando
estamos solos los 2, peligrosamente me despojaste de mis penas, me
saturaste de una paz sin fronteras bordeando el margen de tu
orografía, ese confín que delimita tu hermoso ser, de magníficos y
perfectos trazos, eres el divino diseño y complemento idóneo del
imperfecto hombre que soy; tu, que como si a un libro fuera me
interpretas, me analizas y me manipulas, sin tomar ventaja sobre mi y
sin el menor atisbo de cordura me dejo llevar, soy un indefenso ser en
tus manos, me moldeas para perfeccionarme, yo gustoso pongo todo de mi
para ti, sin miramientos, sin medias tintas, sin falsas ni obscuras
intenciones, sin ataduras de ningún tipo, todo lo que desees de mi, si
lo tengo es para ti, ven, tomalo ya, si tu estas frente a mi es porque
así fue escrito y no deseo cuestionar a la fortuna o el azar, si yo
estoy aquí junto a ti así lo quiso el destino, la casualidad, o que se
yo; no te resistas, no vayas contranatura, el pasado es un hecho
inamovible, el futuro es un libro cuyo final es incierto y esta por
verse, la batalla que libramos es aquí y ahora, lo único con lo que
contamos es el momento que tenemos entre manos, si lo dejamos pasar,
jamas lo recuperaremos; tomame ahora o dejame para siempre, atrevete y
vive este instante o arrepientete infinitamente, no te puedo prometer
mañanas ni imposibles, solo te puedo dar todo lo que ves y lo que soy;
aquí estoy dispuesto a todo, y luchando estoy una pelea que por
antelación se que eventualmente perderé, mas sin embargo viviré cada
instante como si fuera el ultimo, sentiré como primigenia cada
caricia, cada beso, cada emoción y cuando el ultimo suspiro abandone
mi ser nada me llevare de aquí y conformare parte del todo por
siempre.

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