Queda mucho por sentir

Divagando en lo que el futuro me traerá, haciendo planes a corto y largo plazo, meditando en las acciones realizadas en estos últimos meses y todas sus consecuencias, viendo una luz al final del túnel que me hizo dudar y creer que estaba perdido, me sentía tan cerca de la meta por la cual he luchado por tanto tiempo pero fui sientiendo como otras se alejaban tanto que por lo pronto no logro siquiera ver por donde debo luchar para asirme nuevamente a ellas y no dejarlas ir una vez más de entre mis manos; he llegado a la conclusión que la vida está llena de tantas sorpresas que por más planeación y deseos a futuro que tenga, nada lo tengo seguro, y eso es bueno, nos preocupamos tanto por las cosas que no debemos y le damos tan poca importancia a lo que sí la tiene, y no nos percatamos del trayecto, estamos tan enfocados en llegar a un objetivo que nos decimos que seremos felices o estaremos mejor hasta llegar a el, y no disfrutamos el camino; peor aún cuando no conseguimos lo que perseguíamos, ya que el sentimiento es mucho peor, hay una supuesta doble pérdida, el haber luchado en vano por algo y terminar con las manos vacías después.

Retomando el título de este post, aún queda tanto por hacer, tanto por decir, tantos lugares por visitar, tantas personas por conocer, tantos errores y tantos aciertos por cometer, tantas alegrías, tantos tragos amargos, tantas ilusiones y tantos desengaños, tanto por amar y tanto por perdonar, en fin aún queda mucho por sentir y por vivir que aunque fuera a morir el día de mañana todavía tendría todo un día para disfrutarlo plenamente sabiendo que me he entregado a lo que he hecho sin arrepentirme del pasado.