viernes, abril 30, 2010

Las Bestias y la Ciudad

Heme aquí, otra vez frente a ti, mismo campo de batalla, prácticamente los mismos contrincantes, la mayoría caras conocidas, todos nos enfrentamos a ella al mismo tiempo y por distintos flancos, ella quién engulle y vomita autos a placer, repele manifestaciones y apoya silenciosamente al crimen organizado y también al desorganizado cuerpo que supuestamente lo combate; el tráfico resultante congestiona cada vez más sus arterias esas por donde circulo día a día pero en lugar de debilitarla la hace más fuerte extendiendo sus dominios más allá de nuestro entendimiento; yo soy sólo un insignificante punto en este conjunto sin fin de héroes y villanos, de princesas, príncipes, reyes tiranos y payasos, que como yo desean llegar antes que todos a su destino sorteando obstáculos y evitando trampas puestas aquí y allá aleatoriamente por este atroz ente titánico; sí hago bien mi labor y ese es mi destino, suerte o como quiera llamarsele, paso como la mayoría desapercibido y llego a la meta sin premio ni gloria, sin aplausos ni regocijo, simplemente obtengo la satisfacción de haber dejado atrás a miles en mi camino sabiendo que ella no me atrapo en está ocasión aunque queda el sentimiento latente que ella esperará paciente su momento y lugar exacto para distraerme, colmar mi paciencia, hacerme caer y triunfar sobre mi; sí sucumbo o yerro en mi camino, género caos y puedo hacer que otros en mi desacierto caigan junto a mi; este monstruo acefalo de inagotables extremidades hecho de corrupción y conformado por asfalto, basura y materiales de tercera, es un tanto grotesco, amorfo y cuyo ser evoluciona continuamente no resulta difícil enfrentarlo, ya que lo he hecho toda mi vida adulta, y hasta he llegado a perderle el respeto sintiéndome infalible ante sus continuas amenazas, creyéndome capaz de adivinar sus movimientos y anticiparlos, como sí de un juego de ajedrez se tratara; tal vez sí lo haga y pueda leer y anticiparla dos o tres jugadas, pero ella puede estar haciendome creer exactamente eso, que yo tengo el control, que la domino y que ingenuamente puedo hacer con ella a placer, yo jugando ajedrez con ella, moviendo mis peones  mientras ella juega poquer conmigo y esperando el momento para reclamar su premio. Eres magnífica y atemporal, monstruo hecho ciudad, lo albergas todo, eres imponente y poderoso aunque nadie te respete, eres el Gulliver moderno inmovilizado y atrapado por unos minúsculos y orgullosos liliputenses que creemos que nuestro poder es basto e ilimitado, que sobre ti extendemos nuestras edificaciones y te aprisionamos en los confines de la hermosa tierra a la cual destruimos mientras seguimos engañándonos que te dominamos y controlamos a nuestro antojo y forjamos nuestra ciudad refugio de todos y cada uno de nosotros, orcos modernos hambrientos de progreso e industrialización, bestias de destruccion y muerte a nuestros semejantes.

Etiquetas: